martes, 10 de agosto de 2010

¿Estaré acaso cerca del milagro?

Pues bien.
En días pasados les relaté mi aventura con cierto champú que, pensé, acabaría mis males para siempre. Hoy, estoy a punto de hacer algo que siempre he querido: un experimento científico que cambie el curso de la humanidad. 

No. No es cierto.

Quizás el curso de la humanidad no, pero el de mi aspecto y el de otras muchas mujeres que luchan día a día para conseguir ese liso perfecto, ese cabello sin frizz...ese...inmaculado y brillante cabello de modelo de revista, ese destino, si.

Pues si señores que ayer me fui al Éxito porque por fiiiiiiiin se acabó el dichoso champú y acondicionador naranjita. "¡Ahora soy libre!" - pensé. Y duré sin mentirles como media hora mirando etiquetas, precios, olores y todas las características de los champús existentes en el estante.

Por fin me decidí. Compré una crema que me apliqué en las puntas al llegar a casa y...VOILÀ por primera vez en mucho tiempo mis puntas no se veían muertas. ¿Estaría Clara un poco más cerca del milagro?

No se pierda el próximo capítulo de...Milagros Desesperados

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