sábado, 15 de octubre de 2011

El borrador de Dios


Hay que escribir para organizar el mundo.

(...)

Unos dicen que hay que pensar para escribir. Pero ¿realmente ocurre así en todos los casos? Últimamente me he estado preguntando si el proceso es una secuencia o si es en realidad algo paralelo. En mi caso particular, voy pensando y voy escribiendo...pero entonces eso querría decir que la línea de pensamiento debe seguir un patrón. Lo que tal vez se deba entrenar no es la escritura, sino una línea de pensamiento limpia. Aprender a pensar. Pensar con ritmo. Pensar con verdad. Pensar con la cabeza llena de arte, buenas películas, buena música...pensar, pensar, pensar.

Ahora bien. Hace poco Armando Neira, director de la revista Gente, nos decía que escribir debe ser un ejercicio diario porque "las manos se enfrían". A raíz de eso, me senté en un café a escribir para pensar. El objetivo era escribir lo que saliera. Casi, casi sin tema. No pudo ser más cierta la afirmación de Neira. Las manos literalmente dolían y es que, en estos tiempos, uno se acostumbra a lo digital -en el sentido inicial de la palabra- todo se hace con los dedos. Teclear, "textear", clic, clac...qwertyuiopasdfghjklñzxcvbnm.

A veces se nos olvida que el proceso implicaba en un principio lo artesanal. Podemos olvidar incluso a los monjes en esas grandes bibliotecas descritas por Eco. Paréntesis: nunca me he leído el libro al que hago referencia, lo que me lleva a pensar que en nuestra sociedad es fácil hablar de lo desconocido, porque casi todo evoca imágenes que yacen en el subconsciente gracias en parte al cine. Cierro paréntesis. Sigamos hablando del monje: sí. A eso me refiero con romper la línea de pensamiento. Hay gente que piensa más bonito que nosotros...y sí, hay gente que piensa horrible. Lo importante es que piensen. ¿Y el monje? El monje se limitó a copiar, no agregó nada (porque además "eso es pecao"). Bien pudo haber cambiado algo de la Biblia y así, en nuestros días, haber leído la historia de un extraterrestrestre que vino a la tierra para salvarnos...un momento ¿eso no es Superman?... Lo máximo que ocurrió: uno que otro error en la traducción como el clásico de "que un Camello pase por el ojo de una aguja"...que en realidad se refería a "Kamelos", una soga gruesa para amarrar los barcos...pero ningún cambio ni aporte. "Palabra de Dios".

Así va el pensamiento. Nadie pide que el texto sea lineal. Dios también debe tener un borrador, o al menos una tecla suprimir. La creación se puede reorganizar y el lector intuye ese nuevo orden. No es tonto. Puede que lo parezca, pero no lo es. Eso. Ríase conmigo que yo me río de usted. Finalmente si debemos reflejar la vida, también hay que saber que la vida es un juego. Cortázar lo entendió mejor que nadie: Somos Homo ludens en esencia.

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