Buscando el Santo Grial

Estaba tranquila, equilibrada y con la mente en blanco.
Todo era felicidad (o al menos no era infelicidad).
Todo parecía estar bien.

De repente leí algo y volví a pensar en cosas que duelen. Y a preguntarme sobre los enigmas de la humanidad y cómo resolverlos. Entonces, con gran tristeza me formulé la pregunta que dio paso a la lágrima que en este momento cae por mi mejilla: Si tu no existes, ¿para qué te busco?

Pr un momento me sentí como engañada. Como si la realidad doliera solo por ser real...me siento como un niño al que le dicen que Papá Noel no existe y que el Ratón Perez tampoco.

Y entonces, a partir de esa revelación macabra respiro por la boca, se me tapa la nariz y se me ponen rojos los ojos.

Si tu no existes, ¿para qué te busco? ¿para qué?

El post se interrumpe por el implacable sonido del teléfono y la voz ronca de una familar de mi mamá. Intento poner una voz simple, tranquila y decir "si sra, cuando ella llegue yo le digo con mucho gusto"

Vuelvo y me siento aquí, ya respirando por la nariz, y me quedo en silencio mental por dos segundos.

Todo esto duele. Duele por mil y una razónes. Duele porque me quedaré con la duda de si fuiste y no lo vi, o si fui y no lo viste. Duele porque qué tal que tu no existas, duele porque qué tal que solo seas producto de mi imaginación, duele porque

-espera que volví a respirar por la boca-

porque pensé que tal vez podía volver a creer en




(aaaa me ahogo, me ahogooo)

ju. respiro hondo y a la cuenta de tres voy a decirlo.
1
2
3

los hombres.

Pensé que tal vez podía creer que existía un hombre perfecto.
Un hombre perfectamente imperfecto.
Un hombre con defectos que yo pudiera soportar.
Un humano con sentimientos.
Un

(Ay no, otra vez no, por favor)

Un hombre perfecto, perfecto para mi. Pero tal vez, esté buscando algo que es mítico. Y por eso, intentaré matar mis esperanzas de encontrar el Santo Grial.