lunes, 2 de marzo de 2009

Random Conversations (I)

Cuando el azar nos una, tal vez se irá el espanto.
Cuando el azar nos una...

Este es un extracto de una conversación que tengo a diario y que nunca ocurre...

-"Qué bueno verte"
-"Lo mismo digo yo"
-"Siempre lo supe"
-"No te preocupes, yo también, siempre lo supe"
-"No importa si en esta vida no se puede, sabes que nos queda la eternidad"
-"Lo sé. Por eso nunca se me acabaron las esperanzas"
-"I'll write you a song"
-"I don't need your songs, I'll be glad if I could hear your heart..."
-"Respuesta correcta"
-"Gracias por ser siempre claro"
-"Gracias por ser siempre Clara"
-"Las últimas palabras que quiero oir ahora son de gratitud...pero te las acepto"
-"Yo las últimas palabras que quise oir de ti fueron las que me diste...pero te las acepto"

Y luego vuelve la generalidad.
Después de toda aquella retahila, se me ocurre que no le escribo a él, sino a todos. Se me ocurre que todos son él y que él es todos...que no amo a uno, que no amo a nadie...que al fin de cuentas como dijo alguien famoso -ni idea quién- Cada día me enamoro de alguien nuevo. Por pedazos. Infinita e inevitablemente. Todos los días veo un gesto lindo en alguien, admiro la sonrisa del Fulano, la palabra justa del Mengano, la voz melodiosa del aquel...y luego sufro un poco...y luego vuelvo y me enamoro...y luego sufro otro poquito...hasta el día en que finalmente alguien diga que siempre lo ha sabido.

Incertidumbre sobre quién sea: toda.
Ni si quiera yo misma sé.
He tratado de encontrarlo. Nadie sabe de su paradero.
Todo el mundo quiere presentarme a alguien como él, pero ninguno resulta ser él.
Tenía ganas de que el amor me durara más que un breve suspiro...pero cada día se desvanece más la esperanza de encontrarlo.

Soy feliz. Tengo ratos felices. Tengo tragedias pequeñas, disfruto de ellas...hago historias con ellas...las mando a la basura, luego las reciclo...Tengo grandes dolores. Penas que son en sí mismas el meconio de la pena. Luego, van creciendo...

Cuando la pena alcanza su mayoría de edad (es decir, cuando cumple el añito y ya sabe caminar) entonces le celebro el cumpleaños, le soplo una velita y trato de mandarla al exterior.

El problema es que, al parecer, hay una a la que hace bastantes cumpleaños no le quieren dar visa.

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