miércoles, 20 de mayo de 2009

Encuentros casuales..."con cualkier tipo"

Dos cosas fundamentales pasaron hoy.

Primera, una reunión que me impidió llegar a clase y, segunda, las consecuencias de no llegar a clase.

- "Sé que no van a estar, pero quiero asegurarme de que no se hayan quedado ahí esperandome", pensé mientras caminaba hacia Ciencias Humanas con el sol dándome directamente en aquella parte de mi cuerpo que solo al sol se ve perfecta.

Al llegar, confirmé que no hay mujer más terca en el universo que yo, pero que es inevitable ser yo misma.

Así que, en vista de que tenía tiempo libre saqué el celular y empecé a llamar.

-"nena, llámame ahorita que me estoy bañando"

-"No. No estoy en la universidad Clari, nos vemos mañana"

-"El número marcado se encuentra ocupado"

-"Piip piip piip"

Fueron algunas de las múltiples respuestas que recibí.

-"Al parecer todo el mundo está ocupado" pensé. Pero con semejante belleza de tarde ¿Quién iba a irse a la casa a meterse a internet? (Eso ni yo juajuajua)

Empecé a revisar la lista de teléfonos del celular. A, B, C, D, E, F, G, H, I, J...¿llamamos? naaaj mala idea q.e.p.d...K, L, M... aj hasta que por fin llegué a la Y. ¡Claro! ¡esa es! ¡Yasmin!

- "Piip piip ¿aló?"
-"Hola Yas, hablas con...
-"¿Clarita?"
-"Si, es que...¿oye, estás en la universidad?
-"Si, si, vente para acá que estoy con un par de manes muy vacanos"

Cinco minutos después estaba yo sentada en la cafetería del León observando una biografía de Rafael Pombo, enterándome sobre la vida cuasi oculta de Marx, ojeando uno de los cinco tomos que escribió Asimov sobre la guerra en Estados Unidos (¿ah? ¿perdón? ¿su fuerte no era acaso la ciencia ficción? tranquilo señor lector, no se desespere que yo tampoco sabía jajajaja)...Era innegable todo lo que podía aprender de este par de profesores...pero así mismo, me sentí extraña, inútil, callada...y, a decir verdad, sin opinión.

En estos tiempos...en esta soledad de siglo XXI, se me ocurrió solo una cosa: tal vez carezco de habilidades sociales... o tal vez carezco de opiniones intelectuales para compartir. Error. Me inclino por la primera opción, a pesar de ser algo de lo que siempre me enorgullecí: saber escuchar.

-¡Chanfle!, pensé- ¿Y si no tengo nada de cerebro? ¿Y si un día despierto convertida en eso que tanto tem0? ¿Y si me caso con un traqueto? ¿Y si me operan las tetas? ¿Y si se me pega el acento paisa consentido?

Gracias a Dios, detrás mio alguien dijo "¡Clara!" y salí de mi letargo momentáneo.

"¡David! ¡que rico verte!"... aunque, a decir verdad uno a veces quisiera solo decir "David, ummm que rico" juajuajuajua... pero nada, ke va! el tipo está bonito pero ya...se le reconoce su belleza, pero ya.

En la misma cafetería, otra persona que me recordó a alguien.

Tiempo después, como para redondear, me encuentro con ese alguien. Me pide un favor, vamos a otra cafetería...y me dice: "Clara, no sé cómo voy a hacer con tantas cosas por hacer" yo le cuento del tipo que vi en la cafetería: "Oye, tu ex parece estar como muy cambiado, ¿no?"

Al final de la tarde, o mejor, al principio de la noche, me despido, subo el volumen de la música y cojo el trasmilenio. Camino a casa pienso, ¿seremos todos extras? ¿por qué nos encontramos? ¿por qué Yasmin? ¿Por qué David? ¿Por qué Clara? ¿Por qué a esa hora del día? ¿Por qué no antes ni después? ¿Por qué no con aquellas personas a las que les marqué y si con Yasmin, que se aparece solo cuando las cosas se ponen extrañas, esotéricas e inexplicables? ¿Qué tan casual es un encuentro?

¿Qué tan casual es un encuentro?

Pd: lo del tipo, no es por David. Es en realidad con cualquier tipo...con cualquier ser...con aquellos seres anónimos que no son principales en nuestras vidas, pero que de alguna manera la modifican.

1 comentario:

Liz Jo dijo...

pues por ahi dicen q las coincidencias no existen y que todo tiene una razon de ser... lo malo es que la mayoria de veces no sabemos cual es

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