-¿Crees que cuando tu seas abuela vas a ser muy viejita?
Ante la pregunta de Sofi, mi mamá respondió
-Pues espero no tener que ser tan viejita...
Después de darme cuenta de mi propia expresión y de que, además, no había podido ocultarla, se me ocurrio una salida muy mía, y les dije a las niñas:
-"A ver Sofi. Vamos a darle permiso a mi mamá para que sea abuela cuando tenga 110 años..." Solo me miré el vientre en silencio y después de que las niñas se rieron, me callé.
Pasados unos segundos de reflexión, continué:
-"Está bien, está bien. 110 es mucho tiempo. Te doy permiso de ser abuela en unos...mmm...yo tengo 22...¿en unos cuatro años? cuando tenga 26..."
-No. ¿Y la maestría?
-La maestría me toma dos años.
-¿Y el viaje a Francia?
-¿Te vas profe? dijo Silvia
-No Silvi. No me voy. Es que...
-Lo que pasa es que Clarita siempre ha querido ir a Paris. Desde cuando cumplió 3 años lo decía. Una vez le preguntamos si quería piñata para su su cumpleaños, y dijo que quería un paseo...¿Y a dónde? ¡Que a Paris!
-Mamá, ¡a París puedo irme un mes si quiero!
-¿Y por qué dijiste Paris, profe?
- jajajaja ¡no sé! ¡Tenía 3 años! Pero igual ¿quién quiere piñatas si se puede ir a París?
La respuesta de las niñas se limitó a un "aich profe tu si jajaja"
Pero después de eso vino lo más terrible. Lo que no me esperaba.
-"Profe, yo no quiero que tu hagas lo que mi papá"
-¿Qué?
-Yo quiero que le hagas caso a tu mamá.
- ¿Cómo así?
- Si. Es que él siempre me dice que quería viajar y que como yo nací no pudo...y yo me siento mal por eso.
Aquella respuesta penetró en lo más profundo de mi alma. Abracé a la niña y contuve la respiración. Solo un alma evolucionada como la de ella, podría asimilar los sentimientos de tal manera.
-No. No debes sentirte culpable por nada. Cada uno es arquitecto de su propia vida.
Ignorando si ella entendió lo que le quise decir, guardé silencio y al poco tiempo cambié el tema...
Mi corazón está triste...aquella niña de diez años heló mi corazón con sus palabras...
Supongo que es el efecto de Saturno...pero en realidad solo culpo a Saturno, y no a mí misma por escuchar verdades.
Ante la pregunta de Sofi, mi mamá respondió
-Pues espero no tener que ser tan viejita...
Después de darme cuenta de mi propia expresión y de que, además, no había podido ocultarla, se me ocurrio una salida muy mía, y les dije a las niñas:
-"A ver Sofi. Vamos a darle permiso a mi mamá para que sea abuela cuando tenga 110 años..." Solo me miré el vientre en silencio y después de que las niñas se rieron, me callé.
Pasados unos segundos de reflexión, continué:
-"Está bien, está bien. 110 es mucho tiempo. Te doy permiso de ser abuela en unos...mmm...yo tengo 22...¿en unos cuatro años? cuando tenga 26..."
-No. ¿Y la maestría?
-La maestría me toma dos años.
-¿Y el viaje a Francia?
-¿Te vas profe? dijo Silvia
-No Silvi. No me voy. Es que...
-Lo que pasa es que Clarita siempre ha querido ir a Paris. Desde cuando cumplió 3 años lo decía. Una vez le preguntamos si quería piñata para su su cumpleaños, y dijo que quería un paseo...¿Y a dónde? ¡Que a Paris!
-Mamá, ¡a París puedo irme un mes si quiero!
-¿Y por qué dijiste Paris, profe?
- jajajaja ¡no sé! ¡Tenía 3 años! Pero igual ¿quién quiere piñatas si se puede ir a París?
La respuesta de las niñas se limitó a un "aich profe tu si jajaja"
Pero después de eso vino lo más terrible. Lo que no me esperaba.
-"Profe, yo no quiero que tu hagas lo que mi papá"
-¿Qué?
-Yo quiero que le hagas caso a tu mamá.
- ¿Cómo así?
- Si. Es que él siempre me dice que quería viajar y que como yo nací no pudo...y yo me siento mal por eso.
Aquella respuesta penetró en lo más profundo de mi alma. Abracé a la niña y contuve la respiración. Solo un alma evolucionada como la de ella, podría asimilar los sentimientos de tal manera.
-No. No debes sentirte culpable por nada. Cada uno es arquitecto de su propia vida.
Ignorando si ella entendió lo que le quise decir, guardé silencio y al poco tiempo cambié el tema...
Mi corazón está triste...aquella niña de diez años heló mi corazón con sus palabras...
Supongo que es el efecto de Saturno...pero en realidad solo culpo a Saturno, y no a mí misma por escuchar verdades.
5 comentarios:
Silvia o Sofía?, jejej.
Las dos.
Una es Silvi y la otra es Sofi. Obviamente no te voy a decir cuál dijo lo que me hizo sentir mal porque tampoco se trata de publicar la vida privada de las personas.
Los niños son lo máximo!
¿Si o no?
Uno cree que les está enseñando.
¡Mentiras!
Ellos siempre terminan por darte sopa y seco.
¿En qué momento se deja de dar sopa y seco y en qué momento se comiensa a recibir?
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