domingo, 14 de abril de 2013

Conversaciones entre huesos

I

Viernes. Seis de la tarde. Conversación con A.

Otra más para la lista de random conversations:

- "Omertà es el único libro 'de superación' que uno debería leer. Lo siento. Estoy obsesionado".

- "¿Y qué es lo que tanto te llama la atención de Puzo?"

(...)

Algo me dijo. El recuerdo se transforma. {Enlace mental a Murakami: "La memoria es algo extraño (...) Al escribir así, persiguiendo mis recuerdos, a menudo me asalta una inseguridad terrible. ¿No estaré olvidando la parte más importante? ¿Acaso no existe en mi cuerpo una especie de limbo de la memoria donde todos los recuerdos cruciales van acumulándose y convirtiéndose en lodo?"}

Pero en esencia la epifanía de la noche fue algo así como:

"Con quien quizá es más difícil negociar, y con quien realmente debes hacerlo, es contigo mismo".

II

Conversación con B. Un día cualquiera en un parque:

- "Esto va a sonar muy machista, Clara".
- "Dime, soy un niño".
- (...) pero la verdad han sido pocas las mujeres con las que de verdad puedo llegar a conversar con un nivel de profundidad. Con mis amigos, podemos llegar a discusiones de horas... Ella es lo más cercano a ese tipo de conversaciones".

III

Mientras escucho lo que A me tiene que decir sobre Puzo, pienso en cómo conversamos las mujeres. Todas de manera diferente. Estoy en la conversación, claro... pero la carga de historias que tengo en la cabeza es más grande.

Pienso en C. Pienso en que habla mucho. No sé si los hombres últimamente hablan tanto porque tienen mucho por decir... No sé si sea solo por mí. No sé si quieren impresionarme con lo que saben. Yo solo escucho. Escucho para aprender, escucho para reflexionar. Incluso, muy a pesar mío, a veces escucho porque no tengo nada qué decir... y a veces escucho porque me domina la tensión sexual.

Mi silencio no implica que no esté pensando. Mis palabras no se las gana cualquiera. El ego juega conmigo. Siempre estoy jugando. No puedo hablar del clima. Lo hago, pero viene siempre un recuerdo que me golpea.

IV

La mentira.

Ángel me ha mandado un audio grabado por él. Lo escucho. Pienso en las pocas posibilidades que brinda el día a día para conversar sobre lo verdaderamente importante. Filosofar de vez en cuando es necesario... Y no, no se trata de una referencia oculta a Sade... aunque podría serlo.


Mentir podría generar placer... pero en mí genera angustia. A veces se me olvida hacerlo... y luego alguien me pregunta cómo estoy... y lo recuerdo.


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