domingo, 26 de mayo de 2013

«Por fregar»


... Y así fue que empezó todo.
«Julián» me cuenta que ahora ya no es tan perro como antes. Ante el ejemplo que utiliza para mostrar la lealtad que tiene con su novia, no puedo disimular un «pfff». Una muchacha le hace la charla en el bus. Insinúa que quiere seguir en contacto y él le da su tarjeta.

Quizás para ese momento el gran logro del día era no haberle caído a la niña... lo cual es, en cierta manera loable. El tipo no podía quedar como un grosero... pero no contaba con la posición femenina.

«¡Y ese mismo día me escribió! O sea, ¿para qué me escribía?»

Traducción: «Está interesada, le gusté y aguantaba (punto para el macho alfa que llevo dentro)... pero es como intensita».

Puede que sí. Nunca lo sabremos.

Pero entonces le devolví la pregunta inmediatamente: «¿Cómo así? ¿Le diste tu teléfono y esperabas que no te contactara?»

En mi lógica, si una persona me da su teléfono, me está autorizando a contactarla... ¿o sino para qué carajos me lo da? ¿por fregar?

Igual, ¿qué podía hacer ella?

Si no lo contactaba en las siguientes 24 horas, lo más lógico es que el tipo se olvidara de su existencia. La entiendo. Me ha pasado... pero, como lo veo, la embarró en dos cosas:


1. No captó la señal de «No me interesas/Tengo pareja». A todos nos ha pasado o conocemos a alguien a quien le ha pasado. Error honesto.

2. Entendió la señal de la tarjeta como un coqueteo por parte del fulano... «Uy, me dio la tarjeta. Quiere que yo piense que es muy importante». 



Lo que ella entendió...


Obvio, conozco a Julián y sé que es muy probable que le entregara la tarjeta con toda la actitud de galán de vereda. Después de todo, la tentación del ego y la necesidad de aprobación de algunos hombres los llevan a comportarse (no es que todos lo sean, sino que se comportan) como unos idiotas para escuchar la vocecita interna que les dice: «Aún puedo levantarme una vieja y sigo joven»... y aplica para los casados, los ennoviados, los solteros y casi cualquier tipo que alguna vez haya sido rechazado por una mujer.

El problema comunicativo de aquellas señales mal interpretadas, al menos desde lo lingüístico, se hubiera podido resolver con una teoría tipo Deborah Tannen... Bastaba un «Si me necesitas para algo de _______ (inserte profesión), me avisas»... o más claro aún: «¿Y tú qué haces? ¿En serio? ¡La prima de la tía de la hermana de mi novia conoce a alguien que hace eso!» o cualquier cosa que traduzca: «No es que no seas linda, no es que sea un desgraciado... es que tengo novia, punto».

Fin de la historia.

¿Por qué no lo hizo?

Ahhhh... ¿pues por qué será?

Y ahí pasamos al otro punto: la eterna diferencia entre hombres y mujeres: ellos prometen llamar y no lo hacen. Nosotras sabemos qué se siente eso.

Todo sería más fácil si en vez de un «te llamo», simplemente cogieran el número, sonrieran y dijeran «vale, chaito». Uno como mujer simplemente pasa la página. ¡PERO NO!
Echar los perros «por fregar» (y si se lo pregunta claro que alguna vez lo he hecho, pero al menos no desde hace algunos años) debería tener cárcel o al menos una multa. Los coqueteos por satisfacer el ego son propios de personas inseguras que necesitan la aprobación de los demás. ¡Es más! ¡Que lo pongan en la urbanidad de Carreño porque va en contra de las buenas maneras y perjudica moralmente a la sociedad! ¡Y que llamen al procurador!

Por cierto, lo de Carreño y el procurador también es por fregar ;) 
Ahora sí en serio: también les pasa a muchos hombres, no sé si por inocencia o porque ven pero no quieren observar (Sí. Es un eufemismo). Las mujeres sensatas que conozco piensan cosas al estilo: «Si te doy al menos cinco minutos de mi atención es porque me caes bien y considero que mereces esa atención»... No van por ahí regalando su tiempo y pensamientos solo «por fregar» para despertar falsas ilusiones en los tipos en que no están interesadas.

Ouch!

Y ya que se tomó la molestia de leer, Hypocrite lecteur, — mon semblable, — mon frère!, responda solo «por fregar»:

¿Desde cuándo se nos volvió la diplomacia una vaga excusa para el ego?


PD: Decidí que la próxima vez que mande hacer tarjetas voy a sacar una edición así:


3 comentarios:

Unknown dijo...

La última vez que di mi numero por fregar fue al amugo de una amuga y me llamó las 8 de la noche y mi novio se puso furioso. Para nada aconsejable hacerlo. A los que lo hacen repetidamente se les conoce como "Gallinita azul".

Unknown dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Jinna Katherine dijo...

Call me maybe???? Lol, acertada en la inseguridad. Para ellos además es necesidad alimentar su ego.

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